TENGA EN CUENTA QUE PRIMERO SE DEBE REALIZAR UNA EVALUACIÓN HIGIÉNICA AMBIENTAL CUALITATIVA

El punto de partida es la identificación del agente de riesgo y la determinación del objetivo de la evaluación de la exposición. Habiéndose identificado el agente de riesgo y definido el objetivo del estudio, se continúa con la evaluación higiénica. Esta no es más que un diagnóstico sobre una situación producida por uno o varios factores ambientales, e incluso, la acción combinada de ellos, basada en los datos obtenidos en unas mediciones o estimaciones de la exposición, y todo ello en relación a unos criterios higiénicos de valoración o estándares de exposición.

Para llevar a cabo la evaluación primeramente se debe definir el objetivo. ¿Que se busca con la evaluación para diseñar la estrategia de muestreo que cumpla con este objetivo?

Al final lo que se logra con la evaluación de la exposición es determinar la magnitud de riesgo, la frecuencia y duración de la exposición de los trabajadores a un agente contaminante. Se trata, en resumen, de comparar unos niveles de exposición con unos criterios admisibles que permitan definir la magnitud del riesgo.

Del concepto anteriormente expuesto se pueden intuir las dos principales fuentes de error, o limitaciones, que pueden presentarse al aplicar una metodología de evaluación. Por un lado, la determinación de la exactitud, precisión y representatividad de las concentraciones ambientales obtenidas y, por otro lado, la calidad del propio criterio higiénico de valoración con el cual se comparan.

El determinar la concentración de un elemento contaminante en la atmósfera de trabajo presenta una serie de dificultades, unas derivadas de la variabilidad de dicha concentración y otras determinadas por el método utilizado en la evaluación o toma de muestra y del análisis.

Para solucionar en parte estos problemas es preciso establecer una adecuada estrategia de muestreo, con el fin de obtener unas estimaciones representativas de la exposición real.

El otro aspecto a considerar en la evaluación lo constituye la calidad o exactitud del criterio de valoración a utilizar, es decir, si dicho criterio es suficientemente fiable para la prevención de los riesgos laborales.

La gestión del Programa de Higiene de la empresa (Sistema de Gestión) busca evaluar la exposición para determinar el cumplimiento de la legislación y así gerenciar la protección a la salud del trabajador. Los resultados de la evaluación se utilizan para determinar las necesidades de controles a los riesgos identificados y mantener registros de exposición demostrando el cumplimiento de las normas.

Basado en el ciclo PHVA, el proceso se inicia con una recolección de información básica. Los resultados de esa evaluación inicial se utilizan para priorizar, hacer seguimiento a controles y secuenciar los esfuerzos en la búsqueda de más información, destinando los recursos a aquellas exposiciones de riesgos que se presentan con mayor potencial de afectar la salud.

Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Se realiza una caracterización básica sobre el lugar de trabajo, la fuerza laboral y los agentes de riesgos.
  2. Se realiza una evaluación de la exposición en función de la caracterización básica. Los resultados de esta evaluación deben incluir los grupos de exposición similar GES, la definición de perfiles de exposición para cada GES y la toma de decisiones acerca de la aceptación de cada perfil de exposición. En otras palabras, realizar una evaluación cualitativa que defina si un riesgo es aceptable, es inaceptable o si es incierto.
  3. La búsqueda de información adicional a través de la realización de monitoreo para determinar la prioridad de la exposición o la recolección de mayor información sobre efectos en la salud que permitan un mayor grado de confiabilidad acerca de la exposición; lo que equivale a la realización de una evaluación cuantitativa.
  4. El control de los riesgos implementando una estrategia de controles prioritarios para las exposiciones inaceptables.
  5. Realizar reevaluaciones periódicas de la exposición y determinar cuándo se requiere un monitoreo rutinario que permita verificar que las exposiciones que resultaron aceptables, se mantienen como aceptables.

La figura resume los pasos a seguir en la implementación del Programa de Higiene.

LA EVALUACION CUALITATIVA

La estrategia general de evaluación de exposiciones, está basada fundamentalmente en lo establecido por la American Industrial Hygiene Association AIHA, y se describe en la figura.

La evaluación cualitativa se utiliza para obtener una estimación inicial del riesgo y, en determinadas situaciones, permitir discriminar una situación aceptable de una situación no aceptable desde el punto de vista higiénico. Esta evaluación muestra su utilidad al evidenciar situaciones claras de riesgo, para las cuales pueden tomarse medidas preventivas sin necesidad de pasar a evaluar el riesgo de forma más exhaustiva (cuantitativa), evitando costos innecesarios. Después de la adopción de dichas medidas preventivas se reiniciaría el proceso de evaluación.

Valorar cualitativamente el nivel de riesgo potencial que sobre la salud de los trabajadores podrían ocasionar los contaminantes en el lugar de trabajo, derivando, según resultados, conclusiones y sugerencias conducentes a la estructuración de estrategias de valoración objetiva (cuantitativa) para los agentes prioritarios o de la intervención técnica directa para la puesta en marcha de medidas de control preventivo.

Campo de acción de la Higiene Industrial

El proceso se inicia con una revisión documental para cada agente de riesgo, del cual se hace un inventario, se revisan fichas toxicológicas y MSDS de sustancias, procedimientos de trabajo, sitio y condiciones de trabajo, características de las fuentes generadoras del riesgo y caracterización de la exposición. Esta información permite establecer los GES y a su vez se utiliza para definir los perfiles de exposición para cada GES y para elegir los valores límites máximos permisibles.

Una vez definido el perfil de exposición, se debe comparar con el límite permisible para determinar la aceptabilidad del riesgo. La exposición de cada GES debe ser clasificada como “aceptable”, “inaceptable” o “incierta”.

Las exposiciones clasificadas como “aceptables” se deben reevaluar periódicamente para verificar que aún continúan siendo aceptables; las exposiciones clasificadas como “inaceptables” deben ser controladas inmediatamente. Mientras que las exposiciones clasificadas como “inciertas” deben ser documentadas mediante la recolección de información adicional para reducir la incertidumbre y en última, realizar la evaluación cuantitativa.